Seguir este año a Cruz Azul ha sido una tarea difícil porque
los aficionados nos hemos enfrentado (tal vez como el equipo también) a una
temporada subidos en un carro de montaña rusa. En liga los altibajos acentuados
por las lesiones y suspensiones han contrastado con la actuación en
Libertadores, que ha dejado sin duda un mejor sabor de boca. Demasiados
empates, desgaste táctico que ha aumentado la rigidez de un equipo que se ha
encontrado con la incapacidad de obtener victorias contundentes como se exige
desde la tribuna.
Comentamos al inicio del Clausura que la gran cantidad de
empates obtenidos podría pesar después a la hora de acercarnos a la liguilla.
Por diversas circunstancias así sucedió, y en la Liga Cruz Azul ha sido
relegado a la media tabla para disgusto de la afición y seguramente los
jugadores.
Las situaciones semana tras semana nos colocaron en un
panorama difícil y ajeno para un club como el nuestro: A falta de pocos puntos,
hacer cuentas para buscar un lugar en la búsqueda por la copa.
Una derrota inesperada y dolorosa nos dejó con la difícil
tarea de ganar a como diera lugar a un equipo importante de este país y siempre
difícil de local. La lucha ahora sería de visita, ir a Toluca con más dudas que
certezas, decenas de partidos a cuestas y nuevamente incertidumbre sobre el desempeño
del equipo.
Y nos fuimos a Toluca. Los partidos allá suelen ser buenos y
cerrados, pero siempre difíciles. La urgencia nuestra hacía especial el
partido.
Se sabe que Cruz Azul siempre mete mucha gente a cualquier
cancha, y este domingo no fue la excepción. La afición de Toluca, como la
nuestra, es exigente, pero los cruzazulinos sustentamos esa exigencia acompañando
al equipo. La gente azul entraba por centenares a la Bombonera y el partido se
acercaba. El sub20 jugaba los últimos minutos cuando pudimos comenzar a entrar,
y las actuaciones de Angulo y Galván destacaban particularmente.
Algunos jugadores del equipo de primera observaban cerca de
la tribuna visitante.
Martín Galván y Javier Aquino al final del partido del equipo sub20. |
Maranhão antes del partido. |
Yosgart Gutiérrez dominando la pelota en el calentamiento previo. |
Yosgart Gutiérrez en el calentamiento de arqueros. |
Sale Cruz Azul. La penúltima visita en esta temporada regular. |
La intensidad del equipo fue diferente, era una actitud de
liguilla que en esta temporada extrañamente habíamos visto en nuestros
jugadores, que no dejaban de entregarse y buscar el arco contrario.
Después de algunos avisos serios, llegó el primero. Una
jugada a balón parado, el recurso cementero más efectivo en lo que va de la
temporada, dejó solo al Chaco que tuvo que empujar el cabezazo de Flores para
la ventaja. Giménez lo gritó tanto como nosotros, recorrió la mitad de la
cabecera gritando, y luego pegó un pique inmenso para festejarlo con Corona. El
premio al esfuerzo y cambio de mentalidad ya estaba.
El segundo tiempo tenía un panorama alentador: El equipo
había logrado la ventaja dejando a dos de sus hombres más desequilibrantes en
la banca. Entró Aquino y la ovación era obvia, el equipo no bajó el ritmo jamás,
vimos la mejor versión de varios de nuestros jugadores en la temporada en
hambre y nivel. Llegó el segundo luego de un error rival en la salida, pero nos
supo igual de bien y descargamos la ansiedad de la mínima ventaja. La victoria
asomaba.
Jesus Corona y la afición que no dejó de gritar. |
La afición de Toluca en nuestra sección, que intentó callar
nuestro grito con un monótono sonido de tambores sin porra alguna, se callaba
poco a poco. Su equipo no ofrecía mucha resistencia a un Cruz Azul sorpresivamente
dominador en una cancha difícil históricamente.
En una jugada rapidísima, Cruz Azul hizo uno de los mejores
goles de esta temporada. Aquino con velocidad y un control orientado impecable
entró hasta el área y tiró un centro de gol para que Orozco volviera a la
actividad anotando. Cruz Azul tocó 6 veces la pelota con 3 jugadores desde
propia cancha hasta el gol. Vertiginoso, el equipo redondeaba un excelente
partido.
Javier Orozco celebrando la goleada. |
Una tarde donde salió todo porque así lo quiso Cruz Azul,
así lo construyó y lo imaginó. Una goleada que deja un buen sabor de boca, nos
mete a la pelea, pero sobre todo nos confirma que este equipo, aunque le falten
titulares, es capaz de ganar en cualquier cancha si pelea y se mentaliza como
el domingo.
Viene en Libertadores concluir la fase de grupos y en Liga
enfrentar al nuevo equipo del Ascenso. El panorama se acomoda. Esperemos
bajarnos del carro de montaña rusa para subirnos a uno donde enfrentaremos una
cuesta, seguro, pero con un camino menos accidentado.
Estas victorias saben más cuando uno no se ha bajado del
barco. No hay que dejar de exigirle al equipo ni dejar de ser críticos ante las
situaciones, pero tampoco hay que permitir que la emoción nos haga apoyar al
equipo en la victoria y olvidarnos de él en la derrota.
La clasificación aún no llega pero está en nuestras manos. Por ahora, estos 3 puntos nos permiten solamente seguir luchando, pero esperamos que para todos los que en la semana desearon que el equipo no llegara a liguilla, hayan sentido esa emoción que provoca la esperanza de seguir luchando por la copa.
El equipo agradece después del buen partido. |
Tal vez, la diferencia de nosotros los azules con otras aficiones,sea esa que dices precisamente, aquí, los de a deveras, no nos bajamos del barco, felicidades!!!
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